Según esta
situación podemos dar una serie de características propias de esta. Encontramos
perspectivas filosóficas, que consideran de nuevas expresiones humanas aún no
desarrolladas ni necesariamente conocidas, la perspectiva psicológica que
determina que la educación integral implica el desarrollo de todo el ser
humano; los factores conativo-volitivos, epistémico-cognoscitivo,
afectivo-emotivos, y, por último, hasta somático-físico, son fundamentales en
la elaboración de los currículo en todos los niveles del proceso educativo.
En lo que
respecta a la educación integral, el análisis de esta realidad y de los cambios
necesarios no sólo permite formular ya los objetivos últimos y los operativos
que la educación debe proponerse, si no también comprender
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